Sábado amargo. No siempre alcanza con dejar todo, la fortuna juega su papel. CUBA Fátima vs La Lomada, intercountry categoría juveniles.
Difícil es poco. Escribir esta crónica es volver a recordar un suceso que preferiría borrar de mi memoria. Es meter el dedo en la herida. En alguna excepcional ocasión sentí amargura al escribir. Sincerandome les confieso que hoy es así como me siento. Creo que escribo en representación de todos los que estuvimos presentes ayer en el partido. Tres semanas de lluvias y fines de semana sin fútbol ansiando el partido en cancha de la lomada. Ayer era el día. Lejano en el tiempo se veía la última vez que salimos todos juntos de la guardia. Pero ayer era el día.
La caravana viaja hacia La Lomada y una vez allí hace lo de siempre. Los jugadores se cambian y empiezan a patear, Muñoz da la alineación, todos firman y hacen la misma entrada en calor de siempre. Incluso algunos jugadores repiten sus cábalas. El equipo sale de memoria, nada cambia. Era el día, no había nada por cambiar.
Rondando los 20 del primer tiempo el empate se rompe en favor del local. 0-1. La reacción visitante es inmediata y Canale aprovecha un mal rechazo en el área para marcar el 1-1. Los primeros 40' terminan con la paridad y mientras avanzo en el relato mi impotencia se incrementa. La segunda mitad nos encuentra gritando el 2-1 alrededor de los 20', tras un derechazo cruzado de Raggio que no deja chances al arquero rival. Al rato de convertir el negro es agredido por un rival que se va expulsado. Quizá alguno haya pensado "es el día", y no lo culpo. Un gol arriba con un jugador más. El equipo se muesta sólido y deja todo en cada pelota. Aún no me lo creo, pero se ve que no era el día.
Increíble como en 5 minutos se derrumba todo. Dos goles mas nuestros que de ellos, pero eso es anecdótico, el partido está 2-3 y quedan dos minutos. Si un empate era amargo, ¿qué decir de esto? La impotencia y la bronca abunda en el banco cubano cuando termina el partido. Nos vamos derrotados. Pero lo que duele no es tanto la derrota sino el modo. Esa sensación de que no tenemos esa cuota de fortuna y que no es la primera vez que el azar nos juega en contra. Culpar a la suerte sería mediocre, somos responsables, pero para ganar se necesita esa cuota de suerte y no se nos dió. Al parecer ayer no era el día.
Ya está. Listo. Ya pegamos el portazo ayer. Ya insultamos, lamentamos y analizamos el partido ayer. Ayer era el día para eso también. Pero como les reconocí al principio mi amargura, les confieso ahora que nada me motiva más que jugar el sábado próximo y tener una revancha. Porque el torneo es largo y el fútbol da revancha. Aún soñamos con que algún sabado sea ese día que ayer no fue, estamos a tiempo, queda mucho camino por recorrer.
Dejaremos todo. Siempre da revancha.
Próximo partido: sábado 26 de mayo - CUBA vs Aranjuez