Jueves 20 de Octubre de 2016, siendo las 23.00 horas en la sede Nuñez, 89 hombres de Rugby y 13 entrenadores de la M12, “La Intrépida 2004” de nuestro querido Club parte rumbo a la vecina orilla. Punta del Este y el Club Lobos nos estaban esperando con los brazos abiertos, en lo que ya desde hacia meses presentíamos seria un fin de semana inolvidable para toda la división.
Viernes 21 al medio día, luego de varias semanas de lluvia y mal tiempo, el Sol brillaba en el Este para recibir a esta camada de jugadores. El Club Lobos de Punta del Este y toda su gente nos daba la bienvenida.
Con la ayuda y buena disposición del Ejercito Uruguayo, cuatro grandes carpas se desplegaban al costado de una de las tantas canchas que al día siguiente serian protagonistas del Torneo “Carlos Paez Vilaro”.
Después de compartir unos ricos ravioles y festejar el cumpleaños de Tiago Fernandez Borthaburu, con una rica torta partimos rumbo a la playa mansa, y entre tocatas, médanos, caminatas y buen sol, nuestras sonrisas y la de los chicos se hacían muy evidentes.
La noche nos esperaba en el Club Lobos con varias sorpresas. Los locales y varios invitados, entre grandes y chicos, muchas familias, gente de rugby y hockey se reunían alrededor de los fogones para compartir una noche increíble. En las parrillas los patys para los chicos, los corderos y la carne para los grandes se cocinaban a fuego lento mientras Argentinos y Uruguayos compartían el Club que todos sentíamos “nuestra casa”, ya que así nos hicieron sentir los locales.
El sábado arrancaría temprano, entre las 6.30 y las 7.00 las primeras “azul y negra” con diferentes nombres en la espalda comenzaron a pasear por el club. A las 8.30 un rico desayuno nos daba la bienvenida a un día a puro sol y diversión.
Sonó el primer silbato dando inicio a los partidos que rotaban en diferentes canchas con equipos de las dos orillas, y entre la ovalada y los palos de hockey las canchas se pintaban de diferentes colores.
Mientras grandes, chicos y muchas familias se divertían, los estudiantes para Chef de la escuela de cocina del Punta del Este preparaban en uno de los tantos fuegos que no se apagaron en todo el fin de semana, una gran paella para el tercer tiempo.
El Sol iluminaba como gran flash cada foto, y la tarde nos encontró una vez mas en la playa para compartir otro día de juegos, charlas, viejos y nuevos amigos. Otro día increíble, de esos que perduraran por siempre en nuestra memoria.
La puesta del sol en la playa Mansa nos invitaba a volver. Y una vez mas “los 7 fuegos” como varios denominamos a esta gira, volvían a calentar la noche, a darle una luz extra al Club Lobos que tan cálidamente nos recibió.
Una rica parrillada y buenas charlas de grupo cerraban un gran día. Pero el fuego parecía no querer apagarse, y el fogón del fondo invitaba a grandes y chicos en una gran ronda de chistes a sacarse las ultimas sonrisas del día.
Llego el domingo y la mañana nos encontró ordenando bolsos y sobres de dormir, limpiando nuestro lugar y dejando todo como lo encontramos. Mientras algunos desayunaban y otros cargaban bolsos, otros preparaban las provisiones para el viaje de regreso a casa.
Cerca del medio día comenzamos nuestro viaje a Buenos Aires esperando el rencuentro con nuestras queridas familias. Fue una gira especial, carpas, sol, playa, mucho deporte, pero por sobre todas las cosas, fue una gira iluminada por muchos fogones, fogones que nunca dejaron de calentar al Club Lobos, y fogones de luz interior para la 2004 de CUBA que esta mas unida que nunca.
Gracias a cada Padre de estos increíbles hombres de rugby por confiar en el Club, y en los entrenadores. Hasta el próximo silbato y que nuestro fogón interior no se apague nunca.
La 2004
